En un lugar privilegiado del centro de la ciudad, junto al emblemático Puente Nuevo, se encuentra el Parador de Ronda; sobre la antigua Casa Consistorial. Se ubica en un impresionante enclave, una hendidura de 120 metros de profundidad con vistas únicas sobre el río Tajo. Puedes verlas desde la terraza o mientras te bañas en la piscina. El interior es acogedor y luminoso, y cuenta con amplios y elegantes salones donde celebrar eventos y reuniones de empresa.
La ciudad de Ronda invita a un recorrido sin prisa, que te permita apreciar los rasgos de la antigua medina árabe en la orilla sur del río Guadalevín, cruzar el Puente Nuevo y caminar por la Alameda del Tajo y por sus avenidas repletas de vegetación hasta la impresionante balconada sobre el borde del abismo. El Puente Nuevo y la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda son dos símbolos de la ciudad y visita obligada.
El entorno natural de Ronda no es menos bello que la ciudad, rodeada de espacios protegidos y de los Parques Naturales de Sierra de la Grazalema, Sierra de las Nieves y Los Alcornocales. Un entorno soberbio para una ciudad única.
Las habitaciones de Paradores combinan a la perfección el diseño y los servicios modernos. En cada una de ellas podrás disfrutar de la comodidad, elegancia del diseño y el mobiliario y las mejores vistas en destinos a los que querrás volver una y otra vez.
La oferta gastronómica del Parador de Ronda incluye los platos andaluces más tradicionales junto a recetas de la cocina mediterránea, con especialidades de la serranía y platos con reminiscencias taurinas. Complemento al restaurante tradicional, El Manzel de Ronda, es un espacio gastronómico con entidad propia, carta más informal y con raciones para compartir representativas de las comarcas malagueñas.